Un cine que nos ayuda a aprender la noviolencia desde la experiencia.

Parte del repudio de cualquier forma de violencia, al resultar conmovido por el daño a algo muy profundo que se reconoce en uno y en los demás, y de forma coherente a este, la enfrenta y supera con esa tremenda fuerza afectiva capaz de reconstruir puentes y de abrir nuevas posibilidades a nivel personal y social.

Por tanto, las imágenes encontradas serán el reflejo de la transformación que se da en los protagonistas y en cada autor o colectivo creativo, en un momento dado.

Un cine que atiende a mostrar la constante histórica en el ser humano de buscar la superación del dolor y el sufrimiento.

Un cine que pone “patas arriba” todo construcción basada en la discriminación y mantenida mediante la violencia. Deja de lado los “valores” del poder y del dinero actuales y reconoce como verdaderamente valioso el desarrollo evolutivo de todo ser humano sin excepción y el trabajo para la consecución de todas sus necesidades de educación, sanidad, alimentación, vivienda, transporte, etc. Entendiendo que no puede haber progreso si no es de todos y para todos.

No reconoce la supremacía ni la imposición de nada ni de nadie sobre los demás a ningún nivel, haciendo válida a cada paso la premisa de " Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por encima de otro". Desde las relaciones personales cotidianas, hasta las mayores estructuras y armados de poder interesados en mantener la discriminación y la intolerancia, quedan profundamente “tocados”, precipitándose en el absurdo ante el nuevo mundo que se abre desde la  horizontalidad.

Un cine que ayuda a tender puentes de reconciliación con uno mismo y con los demás.

Cuenta con otro sistema de medida de lo valioso. Lo alto y lo bajo, lo grande y lo pequeño se vuelve a comprender desde un centro de gravedad que se conforma dentro de uno mismo, que no viene dado por consideraciones externas abaladas por los formadores de opinión interesados de turno, sino por el registro interno de unidad o contradición.

Todas estos aspectos nos presentan paisajes humanos nunca antes vistos, sistemas de relaciones inimaginados que hoy se hacen posibles, mostrando los pasos necesarios en el proceso de una verdadera revolución que se está dando dentro del ser humano y que busca expresarse en el mundo.